Costumbres navideñas del Valle de Arce
Etnografía
Nochebuena y Navidad
El día de nochebuena se encendía en el hogar o fogón uno o dos grandes troncos que debían durar un tiempo prolongado según costumbre de cada pueblo. Los troncos se traen especialmente del bosque con este fin y según cuentan era precisa la ayuda de varios hombres para subirlos a la cocina (por las descripciones que recogemos los troncos vendrían a pesar alrededor de cien kilogramos). En Lusarreta el tronco recibe el nombre de baztarreko y también los de txunbil o zunbil. En Villanueva distinguen el sukil del baztarreko. El fogón en Gorraiz se conoce como txakurtegi.
El carbón sobrante de la quema del tronco se colocaba en la puerta del establo de las ovejas con el fin de ahuyentar a las alimañas. En algunos pueblos del valle, como en Saragüeta, uno de los dos troncos se destina a Dios y el otro a la Virgen.
La duración de este ritual combustión es, como decimos, variable. En Arrieta debía durar hasta el año nuevo y recibe el nombre de sukilaro (para que durase lo cortaban algo verde). A la noche de Navidad se le conoce en Villanueva, precisamente, como sukilero eguna. En Azparren eran también dos los txukiles y debían durar hasta
Reyes
Otra costumbre de la nochebuena familiar era la de permanecer en la sobremesa de la cena jugando a las cartas, al mus, hasta la hora de acudir a la misa de gallo tras la cual se solían tomar sopas de sebo. Un postre típico de la Nochebuena era el turrón casero de miel y nueces.
Nochevieja
Si después de barrida la cocina en nochevieja, o añonuevo en algunos pueblos, aparecían granos de trigo o maíz por algún rincón, el hecho se interpretaba como un augurio de buena cosecha para el año entrante