Valle de Arce-Artzibar

CREACIÓN DE UN ARCHIVO FOTOGRÁFICO DIGITAL. (Recomendaciones para escasear fotos antiguas)

(Texto inicial Jose Etxegoien)

Las recopilaciones de fotografías antiguas son importantes para la historia local y general. La memoria visual: fotografías, documentos, dibujos… es muy importante para la historia de los pueblos y valles de nuestro entorno. Preservarla y compartirla permite recuperar nuestra memoria y la historia de nuestros antepasados.

Pero suele surgir un problema. Se realiza un gran trabajo de recopilación, pero luego la calidad de los archivos a veces es mediana, y no permite utilizarlo en el futuro. Por ejemplo se suele escanear para web, siendo fotos de poco peso, pero luego no sirven para pasarlas a papel y hay que volver a escanear.

Por ello realizamos unas recomendaciones, a partir de las cuales el gran trabajo realizado de recopilación sirva para que una persona, barrio, pueblo o valle, pueda tener un buen archivo digital, como importante fuente de información local.

–       Se recomienda escanear siempre en color, aunque la fotografía sea en blanco y negro. Con ello recogemos más información de la fotografía.

–       Escanear en formato:

1. TIFF. Guarda toda la información de archivo, no pierde calidad, y sirve a modo de negativo digital. (el negativo digital es el RAW). El inconveniente es que luego hay que saber arreglarla usando diversos programas, tipo Photoshop. El formato Tiff necesita visores especiales. Se recomienda para archivo personal, como archivo definitivo. Siempre se puede volver a usarlo como fotografía básica.
2. JPEG. Es el más usual y el más fácil de trabajar y transformar para los divesos dispositivos actuales: ordenadores, tablets, teléfonos… pero pierde parte de la calidad de escaneo. Se recomienda para la utilización de las fotos: para imprenta rápida, web, intercambio, etc…

–       Escanear como mínimo en 300 pp. (pixeles x pulgada). Si las fotos son pequeñas, se aumentará el tipo de escaneo, de 300 pp a 500-700 pp… hasta conseguir un archivo que al menos tenga entre 5 y 10 megas. Los archivos de bastantes megas, permiten trabajar mejor la fotografía, facilitando la posterior ampliación, para paneles, imprenta…

–       Hay que archivar y guardar las fotografías escaneadas en bruto, sin retocarlas, en DVDs, memorias externas… Nunca manipular los originales escaneados, sólo trabajar con copias. Hoy podemos saber arreglar una foto, pero mañana podemos mejorarla.

–       Si no se tienen programas de aumento de tamaño manteniendo la calidad de la imagen, un pequeño truco. En el tamaño de imagen ponerlo en % e ir aumentándolo a 110% una o varias veces. Dentro de lo que cabe mantendrá la calidad de la imagen, consiguiendo un tamaño mayor.

Con estas recomendaciones podremos conseguir un buen archivo fotográfico, que con el tiempo podremos utilizar y mejorar. Lo mismo se puede hacer con documentos y grabados antiguos.