Valle de Arce

Valle de Arce-Artzibar

Sonidos rurales. Las campanas

Cultura, Historia

Sonidos rurales. Las campanas
Sonidos rurales. Las campanas

SONIDOS RURALES. LA CAMPANA. (Texto e imágenes iniciales Jose Etxegoien)

¡Oh! Cuando esta humilde campana con su suave repiqueteo,

su voz se expande como un suspiro en el valle,

voz que se interrumpe tan cerca del bosque y la foz,

Cuando la mano del chaval que balancea esta urna,

derramando los sonidos piadosos en la brisa nocturna

lo que la tierra tiene de divina.

A. de Lamartine, “la campana del pueblo”, 1839

   “las campanas de la iglesia son cosas sagradas y el tañerlas por los difuntos es ceremonia eclesiástica introducida a fin de auyentar los demonios…”

Juicio por tañido de campanas. Agoitz, 1605

Ni camino sin atajo, ni campana sin badajo.

Refrán popular

saragueta 130224 02

Campana de Saragueta.

La campana era el corazón público del pueblo. Sus palpitaciones marcaban el ritmo de la vida diaria. Su sonido era capaz de entristecer o alegrar el día a sus paisanos. Así la campana llamaba a la iglesia, a misa y al rosario, y había otros tañidos, unos más alegres o tristes como el de bautizos, bodas o funerales. Pero también servían para llamar a reuniones vecinales, batzarre, al trabajo comunal, auzolan o artelan, o como en Uztarroze que servía para auyentar tormentas, o el peor repique, el de incendio o la llegada de tropas enemigas. El exceso de uso llegó a producir pleitos, como aquel de en un párroco navarro que denunció a sus convecinos por tocar la campana para sacar las vacas al campo.

Los toques eran diferentes, incluso dentro de los mismos motivos. Así en los funerales el tañido estaba en función de lo que pagaban: cuatro toques para acomodados y dos para pobres, tres para hombres y dos para mujeres…

Pero su sonido se ha ido de muchos pueblos, como sus habitantes. Espadañas sin campana, campanas sin personas… o campanas destrozadas a ritmo de excavadora. Como las de Artozki que algunos vecinos vieron como caían del campanario, destrozándose contra el suelo al tirar la iglesia con excavadoras. Incluso parece ser que el cura pidió que las descendieran: ”Hasta la iglesia la redujeron a escombros. Y cuando la estaban tirando, el pobre cura les pidió que por lo menos bajasen las 2 campanas para llevarlas a otro lado. Respuesta: Para mediodía tiene que estar derruido. Y las campanas reventadas al suelo.” (tomado de 
http://elvalledearce.blogspot.com.es). 

arrieta 130322 09

Campana de Arrieta.

Ni un detalle con el patrimonio. La campana de Zandueta tiene otra historia. Hace pocos años en un pueblo cercano, el nuevo sacerdote se empeñó en hacer campanas nuevas, e intentó fundir una del pueblo y la de Zandueta. Tras el informe del alcalde en contra, y la extrañeza del campanero que vino, creo que desde Santader, por querer fundir dos viejas y bellas campanas, el sacerdote desistió. Hoy esta campana que alegró y entristeció a los vecinos zanduetarras duerme en un rincón de la colegiata de Orreaga.

Pero aún se puede oir en muchos pueblos. En el mío curiosamente al llamar a misa mantiene un ritmo similar al ritmo básico de la txalaparta, ¿será coincidencia?

La rotura o caída de la campana era un drama local. El arreglo o compra de una nueva costaba mucho, y todos querían la mejor de la zona. Tras la burocracia, permiso eclesiástico, justificación de su necesidad, se pasaba a la tasación y adjudicación por candela o subasta, llegando a veces a haber pleitos por adjudicaciones. Así en 1579, después de varios pleitos, dos campaneros acordaron no disputarse las subastas, y repartirse las que ese año se iban a realizar en Aezkoa y Auritz-Burguete. Y el último escollo, pagar al campanero, que a veces resultaba dificil. Así en 1621 el campanero Juan de Villanueva reclamaba a varios pueblos de Zaraitzu-Salazar y Erronkari-Roncal el pago de su campana. La lista es larga: la viuda de un campanero reclama pagos a los de Irotz en 1602, a Otsagabia en 1617, a Zubiri en 1620… o como los hermanos Carredano, campaneros que en 1600 decidieron repartirse el trabajo y deudas. Pedro le dio a su hermano Andrés los créditos o dinero adelantado por haber hecho las campanas de Iragi, Eugi, o Erro. Andrés por su parte, ya había fabricado las de Zizur, Uritz o Artze.

En 1677 encontramos la noticia de la muerte en la zona de un campanero trabajando.  Domingo de Ballenilla “murio en la villa de Balcarlos trabaxando en su exercicio de fundir campanas”.

El proceso de fabricación era largo. Se pesaba la campana rota para saber lo que se iban a ahorrar en material al fundir para la nueva, que rondaban entre los 400-650 kgs. Lo normal era que el campanero lo realizara en el mismo lugar. Preparaba un hoyo en el suelo donde construía el molde de ladrillo y argamasa. El trabajo duraba entre 3-8 días. Luego se volvía a pesar para ver la diferencia con la antigua, y evitar fraudes.

Entre las campanas más antiguas de Navarra tenemos algunas de la zona. La de Zabaldika está datada en 1377, quizás la más antigua de Navarra, o las Agorreta, Aintzioa, Esnotz, Erro, Erdotzain, Nabaskoze o Usetxi.

enciclopedie ezkilak 01

Fabricación de campanas, grabado de la enciclopedia de Diderot y D’Alambert. (Detalle).
(Tomado de www.gallica.bnf.fr)

volver arriba