Valle de Arce

Valle de Arce-Artzibar

Los pelaires. El batán de Nagore.

Etnografía

Los pelaires. El batán de Nagore.
Los pelaires. El batán de Nagore.

LOS PELAIRES DEL VALLE. (Texto e imágenes iniciales Jose Etxegoien)

Agoitz Ibarlucea 1886

Plano de Agoitz, de Ibarlucea, del Atlas de Navarra, de 1886.

Pelaire. […] En Navarra tiene un significado más amplio, y se aplica a los tejedores de paños y bayetas de lana.

Cuatro oficios tengo madre, / como buen trabajador:/ Pelaire, zurramelaire,/ contrabandista y ladrón. (Canción de Tierra Estella)

// En Roncal, Aézcoa y Salazar llaman pelaire al colchonero. // En Aézcoa se usa también como despectivo. […]

Pelaires. Mote que aplican a los de Aoiz. Proviene de que el oficio de pelaire era muy común en el pueblo. A fines del siglo XVIII: había en Aoiz 70 maestros pelaires, que trabajaban unas 600 piezas de a 60 varas de paño ordinario que llaman de Roncal. […]

J.M. Iribarren, Vocabulario navarro. (1997. Original de 1952-58).

Un pleito de 1598.

Nagore y Orotz parecen que desde al menos el siglo XVI se convirtieron en una sucursal de los pelaires de Agoitz-Aoiz. Un estudio de Josetxo Paternain, (2012-13), sobre un pleito de 1598 entre el gremio de pelaires de Iruñea contra los de Agoitz nos habla de este oficio en la comarca.

Ese año las Cortes navarras habían exigido la disolución de las cofradías, por ser férreas controladoras de la producción, lo que dañaba al reino, para a continuación escribir unas ordenanzzas sobre este oficio.

Aprovechando esas ordenanzas, los pelaires de Iruñea-Pamplona demandarán a los de Agoitz y comarca, por no ser examinados por maestros de Iruñea.

Un testigo afirma que, “ha visto y oído diversas veces que en la Villa de Aoiz, también en Nagore y Oroz Betelu, -(Aparece un alista con los nombre de los pelaires)- a quienes conoce este testigo de mucho tiempo a esta parte, han hecho y hacen, el dicho oficio de tejer paños, estameñas y lienzos de todas suertes sin ser aprobados y examinados como lo manda la Real Ordenanza, a la que dicha petición se refiere. Y así deben saber y ha visto este testigo, que en la dicha Villa de Aoiz y otros lugares susodichos, en toda la memoria de este testigo, que la tiene de veinte años a esta parte y más, no ha habido ni hay veedores y sobreveedores de dichos oficios, como lo dispone la dicha Ordenanza. Y así bien ha visto que los susodichos pelaires, han tejido y tejen roncalés de mayor y menor marca de lo que disponen las dichas Ordenanzas”.

No está clara la conclusión del pleito, pero parece ser que los pelaires de Agoitz y comarca: Nagore, Orotz Betelu, Urrotz… se salieron con la suya en parte, y no tuvieron que examinarse en la capital. Nombraron a sus propios examinadores: “veedores y sobreveedores”; y continuaron con su labor.

Este pleito confirma que el oficio de pelaire estaba asentado en Artzibar.

No tenemos por ahora mucha más información, pero gracias a un memorial de ratonera de 1817, -(informes anónimos que se mandaban a las cortes)-, sabemos que ese año todavía eran un oficio habitual en Nagore, pues eran conocidos los tejidos de ese pueblo. Reproducimos del informe el capítulo que describe cómo se visten los labradores:

“VESTUARIO DE LABRADORES «¿Y nosotros? Montera de paño fuerte que vale seis u ocho reales y dura seis u ocho años; los más majos, en el verano, sombrero de cuatro o seis pesetas, camisas gordas, porque duran más, longarina, chupa, y calzón del famoso paño roncal de Aoiz y Urroz; los más acomodados, para los días de fiesta y funciones, paño de misericordia, o Estella; chalecos de cordillate, friso, algunos de pana y otros de maraña; las medias, medias, de lana gorda; calzero, albarcas, dos pares de alpargatas al año, y un par de zapatos para tres o cuatro años; nuestros hijos nunca son más que los padres. ¿Y nuestras mujeres?: sayas de estamaña de Jaca, de marañas de Nagore y Urroz, basquiñas de carro de oro, jubón de paño de Segovia, Zaragoza, o Estella, y las más ricas, un vestido de persa o indiana catalana, alguna saya de percal y basquiña de buela; pestillos de estopa, monfort o mahón; pocos pañuelos y éstos los más ordinarios; medias fuertes trabajadas en casa; el calzero de muchas, abarcas, y las que más, dos pares de alpargatas treinta veces recosidas y remendadas, y un par de zapatos fuertes al año.

(Nota: curiosamente “maraña” era un tejido hecho con hilo de seda vasto, el más revuelto que sale de los capullos. ¿Se habrían especializado en tejidos de seda los de Nagore? ¿o se refieren a otro tipo de tejido?).

En este mismo memorial de 1817 se vuelve a criticar a los artesanos de la montaña. No se cita Artzibar pero es seguro que estaba incluído en la crítica. Se vuelve a decir que no están afiliados a los gremios de la capital, pero que llegan a ella y trabajan y venden sus productos sin ningún permiso:

también es un abuso intolerable el que cualquier Aezcoano v. g., o de Val de Erro, o de Ulzama, etc., sin ser nunca saminados, se meten a hacer mesas, sillas de palo, cunas, artesas, carretones, catres errecétera con sus torneadicos, y andan vendiendo por los lugares y llegan hasta la plaza de Pamplona, y aunque estos (objetos) están bien trabajados y tengan material escogido, los venden en la mitad del precio que pidirían los maistros saminados de las ciudades; que todo esto es en perjuicio de los maistros y sus hijos, que se debían saminar al otro día que nacen, basta hijos de quien son.”

Está claro que dos siglos después seguían los gremios teniendo fuerza y presionando.

En las enciclopedias del siglo XIX se citan a los pañeros. en la de 1802 s sindica que “En el pueblo hay algunas fábricas de pelaires y texedores que trabajan paños, que llaman de Roncal, y consumen los montañeses de la comarca. En el diccionario de Madoz, 1845-50, se siguen citando a los pañeros: “algunos habitantes se dedican a la fabricación de paño burdo para el país.” Altadill en su enciclopedia, 1915-20, no cita ya a los pañeros, pero sí a “traficantes de lanas”. 

Parece que es en la segunda mitad del siglo XIX cuando desaparecen estos talleres locales.

En el siglo XIX los alcaldes del valle eran además de alcaldes, capitanes a guerra y también jueces, en delitos o denuncias menores. Del 20-XII-1828 tenemos una denuncia juzgada por el alcalde del valle de Aezkoa, de un tejedor de Nagore que estuvo de aprendiz en Orbaizeta. Leamos el resumen transcrito del curioso juicio:

“En esta Audiencia comparecio Juan Jose Rozpide maestro tejedor vecino de Nagore y puso demanda á Juan Bautista Beunza del mismo oficio y vecino de Orbayceta, diciendo que en diez y seis de Abril de mil ochocientos diez y nuebe se puso de aprendiz con dicho Beunza para cuatro años y medio en dicho oficio y á los cuatro años se le proporciono el casamiento y contrajo efectivamente y por que no cumplio los seis meses no le quiere satisfacer los cien reales fuertes que se obligó en papel que otorgaron y firmaron el citado dia y pide á su merced lo condene á su paga y dicho Beunza responde de que no tiene derecho à la paga por que marcho el demandante en casamiento a Nagore sin cumplir los seis meses que le restavan y tiene el perjuicio de que podia dicho demandante serle mas util en los seis meses que en los cuatro años en que enseño su oficio y pide sea absuelto de la demanda y oidos en lo demas que han querido decir su merced mandó que le pague al demandante la rata por tiempo de los cien reales fuertes dentro de quince días.”

De Nagore y Orotz no tenemos más noticias, pero a finales del siglo XIX Agoitz-Aoiz mantenía su pequeña industria textil. Leemos esta referencia del atlas de Navarra de Ibarlucea de 1886 sobre Agoitz: […] Famosos sus pelaires, surtian á la Montaña de los burdos paños llamados roncaleses de uso bien conocido y que se destina para anguarinas y peales: los hilados de lana que se necesitan para ese objeto, se hacen en una fábrica movida por medio de una turbina.

EL BATÁN DE NAGORE.

batan wikipedia

Imagen de un batán. (Tomado de la wikipedia).

Otro tema para investigar en torno a la fabricación de tejidos en el valle son los batanes. El batán era un aparato que servía para ablandar los tejidos y era usado unas veces en un edificio diferente al molino, y otras formaba parte de los molinos, como en el molino viejo de Garralda, junto al río Irati.

No tenemos noticia de batanes en Orotz Betelu. Sí sabemos que al menos los de Olaldea frecuentaban el molino antiguo de Garralda, que estaba del barrio a 1’5 km aguas arriba del río Irati, y tenía batán. Del batán de Nagore la única referencia que conocemos por ahora nos la da el investigador García Jaurrieta, (1998). Leamos su comentario:

Nagore, centro productor de paños. Una de las principales actividades económicas de Nagore fue la textil, basada principalmente en la producción de paños. En relación directa con esta ocupación se encuentra “el batán”, al que también se le ha denominado “molino trapero” o “aceña trapera”. Estaba compuesto de un edificio en cuyo interior había un artilugio hidráulico, compuesto de gruesos mazos de madera movidos por un eje de molino, con una serie de salientes o tocones, cuya acción mecánica al girar era la de golpear o prensar, para luego desengrasar y enfurtir los paños. Yanguas y Miranda, en el Diccionario de Antigüedades del Reino de Navarra, menciona la existencia de batanes en Tudela, Estella y otras partes por el año 1450.

Actualmente existe un paraje dentro del término municipal, en las cercanías del molino, que está recogido bajo el toponimo de “El Batán”. A este se accede a través del camino del mismo nombre, muy cerca de “La Regata de Errekagaitzeta”. Toponímicamente tenemos testimonio de su existencia gracias a las actas notariales, sección hipotecas, en el libro 1 o (folio 520), al que más tarde haremos referencia. También aparece mencionado en el Nomenclátor de 1860, junto a los de Abajo y Artola en Tierra Estella. Hoy en día no queda ningún resto de lo que pudo ser el edificio y las noticias entre los vecinos son muy vagas.”

Si alguno está interesado en ver cómo funcionaba un batán, el más cercano reconstruído en 2006 se encuentra en Atarrabia-Villava, que hasta el siglo XIX fue propiedad de la colegiata de Orreaga-Roncesvalles.

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